
La única manera de tomar conciencia de la necesidad de minimizar los Gastos Hormiga es cuantificarlos. Será cuando entiendas todo lo que puedes hacer si te deshaces de ellos y el dinero que les destinas, lo utilizas para cumplir alguna meta que realmente tengas.
A continuación te ayudamos a dar los pasos necesarios para minimizar los Gastos Hormiga que están mermando tu economía sin que lo notes. Para contrarrestar su efecto, debes saber cuáles son, clasificarlos y por último buscar alternativas para reducirlos.
El primer objetivo es identificarlos. La mejor manera de hacerlo, es realizando un listado de gastos en los que incurras diariamente, y cuya cuantía sea inferior a 10€. La idea es sumar todo ese consumo diario y conocer en concepto de qué, para trasladarlos a periodos de tiempo más largos, por ejemplo un mes o incluso un año. De esta forma podremos conocer si la cantidad de dinero que hemos utilizado en cada partida está justificada o simplemente es un mal hábito diario repetido en el tiempo.
Es muy probable que al principio resulte difícil identificarlos ya que al ser importes muy pequeños pienses que no es necesario tenerlos en consideración. Nuestra recomendación es que los registres todos, por insignificantes que te parezcan.
Una vez hecha la labor de indentificación, seguramente la más difícl de realizar, es el momento de ordenar la información. La clasificación de los Gastos Hormiga es tan sencilla como establecer dos grupos, los gastos que consideres necesarios y los gastos de los que puedas prescindir.
La idea es llegar a erradicar o al menos minimizar la mayor cantidad posible, comenzando por aquellos que hemos definido como prescindibles.
Una vez identificados y clasificados todos los Gastos Hormiga, es la hora de pasar a la acción. Hay que hacer un exhaustivo análisis para ver como podemos reducirlos. Los siguientes ejemplos, te pueden servir como muestra de como atacar los más habituales.
Comidas fuera de casa: Si por tus horarios es indispensable tener que comer fuera de casa, llévate “tuppers” preparados de casa. Para tu economía y para tu salud, es la opción más recomendable.
Transporte dentro de la ciudad: Para desplazamientos dentro de la ciudad lo más aconsejable es el transporte público y/o la bicicleta. Además de ahorrar en gasolina, colaborarás con el medio ambiente y evitarás el estress de tener que buscar aparcamiento en el centro de la ciudad.
Las salidas nocturnas sin tarjeta de crédito, sólo efectivo: Hazte un presupuesto para el ocio de fin de semana. Si vas a salir con amigos es muy importante que prefijes la cantidad máxima a gastar antes de salir y dejes en casa la tarjeta de crédito. Evitarás posibles sustos el día después.
Paga si le das uso, no regales el dinero: si te despistas puedes ocupar gran parte de tus ingresos con pagos de servicios mensuales que en muchas ocasiones no les “sacas partido”. Revisa si la cuota del gimnasio, la de la televisión de pago, el seguro de protección de pagos en la factura de electricidad, el abono para ver los partidos del equipo deportivo de tu ciudad….son gastos que tienen una razón de ser, los pagas por si acaso o simplemente no recuerdas de su existencia.
La suma de todos los gastos mensuales marcan la diferencia entre tener optimizado el recurso dinero o no tener control sobre él. Si te marcas unos objetivos a nivel económico y personal, será más fácil que pongas atención en reducir el gasto de dinero, sobretodo aquel, que no te aporta nada y que simplemente haces “porque sí” o “por si acaso”.
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